Ahorrar energía siempre ha sido un reto, tanto para oficinas como para hogares. De un tiempo a esta parte, el ahorro energético ha sido una necesidad que ha ido ganando importancia. Sin embargo, en la actualidad nos enfrentamos a una grave crisis energética, por lo que el ahorro de energía es ahora más urgente que nunca.
Desde Cratos, queremos compartir una serie de consejos para poder ahorrar engería con más facilidad en nuestras oficinas y despachos.
Cómo ahorrar energía
Ahorrar energía es más sencillo de lo que parece. En realidad, con proponérselo e interiorizar una serie de comportamientos, es fácil reducir el consumo energético sin renunciar al confort.
Saber cómo utilizar la calefacción, el agua caliente, los electrodomésticos o la iluminación es clave para poder contribuir al ahorro energético del país y alcanzar cierta eficiencia energética en nuestros hogares y oficinas.
A continuación se enumeran una serie de consejos y pautas relacionadas con la climatización, iluminación, equipo ofimático y ascensores que facilitaran que seamos exitosos en este reto energético.
Consejos para la climatización en oficinas
Utiliza las ventanas de forma inteligente
Aprovechar el sol en invierno o bajar las persianas en verano puede marcar una importante diferencia en la temperatura de la estancia.
Enfriamiento gratuito
Abrir las ventanas durante la noche y a primera hora de la mañana garantiza una mejor calidad del aire, una ventilación natural y ayudará a reducir la temperatura en verano.
Evita temperaturas superiores a lo necesario
En ocasiones las oficinas están a temperaturas superiores a lo necesario, lo que supone un gasto superfluo de energía. Es recomendable que las oficinas y los centros de trabajo ajusten la calefacción a 19º en verano y 27º en invierno.
Apaga los aparatos eléctricos que no se estén utilizando
Tales como lámparas, fotocopiadoras, impresoras, ordenadores, etc. Además de ser un consumo innecesario, estos aparatos generan calor en las oficinas.
Mantén cerradas puertas y ventanas
Cuando los sistemas de climatización estén funcionando. De lo contrario, se desperdicia gran parte de la energía que estos aparatos utilizan.
No cubras los radiadores
Si tu edificio posee radiadores, no se deben cubrir ni tapar con objetos que impidan la difusión del aire. Además, utilizar la opción del termostato puede ser útil para mantener una temperatura óptima. Y el último en marcharse debería apagarlo.
Consejos sobre la iluminación en la oficina
Un buen sistema de iluminación es el que proporciona la luz suficiente en el lugar adecuado, de forma que los trabajadores puedan realizar su trabajo de forma eficiente y sin fatiga.
Aprovechar la luz natural
Mover los objetos que impidan el paso de la luz, colocar las mesas de trabajo cerca de las ventanas o abrir las persianas pueden aumentar notablemente la cantidad de luz en la estancia.
Utilizar solo las luces necesarias
Se trata de un hábito bastante sencillo, consiste en apagar la luz que nadie esté utilizando, lo que puede suponer el ahorro de un 10% de energía.
Generar hábitos entre los compañeros
Recordándoles que apaguen la luz al irse.
Lámparas de bajo consumo
Con luces fluorescentes o LED, que tienen el mismo nivel lumínico, pero su consumo energético es mucho menor. Además, cuentan con una vida útil muy larga, lo no solo implica un ahorro energético, sino también en lo respectivo a la reposición y el mantenimiento de las luces.
Sistemas de control de iluminación
Una oficina con sistemas de control de iluminación puede alcanzar importantes ahorros de energía a través de las siguientes medidas:
Sistemas de gestión integrados
Detectores de presencia
Iluminación localizada
Reguladores de intensidad luminosa
Reducir la iluminación en zonas de paso
Limpieza de lámparas y bombillas
La intensidad de la luz también depende de la suciedad acumulada que pueda haber en las lámparas y bombillas. Limpiarlas periódicamente puede mejorar la calidad de la iluminación.
Iluminación de emergencia
También es posible ahorrar en la iluminación de emergencia con las luces tipo LED, que requieren una batería de menos capacidad y tienen un menor consumo.
Consejos para el equipamiento ofimático
Los equipos eficientes, los sistemas de ahorro energético y una selección adecuada de los equipos ofimáticos, son elementos esenciales para alcanzar el objetivo de eficiencia energética.
Utiliza las funciones de apagar el ordenador
Otras funciones como suspender o hibernar en los momentos en los que hay menos actividad o no se está utilizando el equipo también son clave para el ahorro de consumo.
Adquirir equipos con etiquetado Energy Star
Los ordenadores con esta etiqueta consumen entre desde un 20 hasta un 60% menos energía y las impresoras con un 25% más eficientes.
Disminuir el consumo del monitor
Apagando la pantalla si no la vamos a usar en los próximos 10 minutos, ajustar el brillo a un nivel medio o bajo (ahorra hasta un 40%) o utilizar un salvapantallas negro sin imágenes ni animación.
Evitar el consumo fantasma en modo de espera
Si se dispone de regletas con interruptor, conviene apagarlas al final de la jornada, así se corta el suministro energético a todos los aparatos conectados.
Utiliza la impresora de forma eficiente
Imprimir a doble cara, en blanco y negro o configurar el ahorro de energía son medidas que contribuyen al ahorro de energía.
Consejos prácticos para ascensores
Los ascensores suponen un gasto energético considerable, requieren un mantenimiento exhaustivo, así como recurrentes reparaciones de averías. Usarlo de manera eficiente puede contribuir al ahorro de energía. Para ello, estas dos acciones son esenciales:
Intentar subir y bajar por las escaleras
Cuando es factible, se trata de una opción más económica pero también más saludable y ecológica.
Pulsa solo un botón de llamada
Si el edificio cuenta con varios ascensores, pulsa solo un botón de llamada.
Consumos indirectos
En este artículo hemos enumerado una larga lista de acciones que suponen una gran aportación para el ahorro de energía y un uso eficiente de ella. Sin embargo, hay muchos otros pequeños comportamientos que también pueden aportar al ahorro como:
- Reducir el consumo de papel, plástico y materiales de oficina.
- Reutilizar el mobiliario, cables, componentes y envases.
- Reciclar en los contenedores adecuados.
- Hacer un uso responsable del agua.
- Extender, compartir y repetir los buenos hábitos que ya hemos incorporado a nuestro día a día.