La posibilidad de detectar un incendio cuando está en su fase inicial es fundamental para minimizar los daños que ocasiona el fuego y que pueden ser personales como materiales. Por ello, los detectores de humo juegan un papel clave en cualquier instalación, ya sea un local comercial, centro educativo, de reuniones y hasta en el hogar.

Para conocer mucho más sobre los detectores de humo, te invitamos a que continúes leyendo este artículo, para que a la hora de comprarlo tengas la completa seguridad de sus características y funciones.

¿Qué son los detectores de humo?

Los detectores de humo consisten en equipos de alta calidad que deben ser instalados conforme a la normativa europea en áreas públicas. Su funcionamiento consiste en detectar de forma automática la presencia de humo en el aire, llegando a emitir una señal acústica o visual como aviso del peligro de un incendio.

Es un elemento fundamental que no debe faltar para el complemento de la seguridad en un lugar, ya que es la forma más expedita de identificar un incendio que se esté iniciando, permitiendo así activar las medidas de seguridad necesarias para su control y facilitar de esta manera la evacuación de la zona afectada.

¿Qué tipos de detectores de humo y de incendio existen?

Los detectores más usados se clasifican en cuatro tipos y se basan en determinados principios físicos y de utilidad:

–      Detectores de humos iónicos

Funcionan por un principio de ionización del aire en el posible caso de que el humo entre en la cámara de detección; los elementos detectados llegan a ser invisibles a simple vista. Suelen ser instalados, generalmente, en la industria química, ya que su sensibilidad aumenta respecto a fuegos de crecimiento rápido o de humo invisible. Es importante destacar que no funcionan si el aire alcanza una velocidad superior a unos 0,5 m/s.

–      Detectores ópticos

El humo que termina entrando en el equipo produce interrupción en la transmisión de un rayo de luz que se encuentra en su interior, originando una alarma. Consiste en sistemas para detección puntual, y se clasifican en detectores ópticos analógicos y detectores digitales.

Deben ser colocados en los conductos de extracción de aire (ventilación) del local para que se facilite la detección de humo en las grandes estancias o en todo el edificio en general. Además, suelen ser utilizados en viviendas, centros comerciales, cárceles, supermercados, bodegas, entre muchos otros lugares.

–      Detector térmico

Este detector térmico en realidad no es un detector de humo como tal, más bien es de incendios, y funciona por la fusión de un elemento cuando se llega a una alta temperatura. Se activa su detección alrededor de los 68 °C y solo deben instalarse en locales que tienen hasta 7 metros de altura.

Suelen ser utilizados cuando no se emplea un sistema convencional de detección de humo, como por ejemplo en cocinas o garajes.

–      Detector de radiación

No es un detector de humo, sino un detector de incendios. Puede detectar utilizando varios elementos electrónicos, la presencia de radiación ocasionada por un incendio. Son instaladas en recintos abiertos o en lugares con techos muy altos, llegan a producir una alarma un poco tardía.

¿Cuál es la secuencia de acción de los detectores de humo?

Existen unos parámetros que los detectores de humo deben cumplir para lograr su completa efectividad en sus funciones:

–      Activación

Se activará el detector dependiendo del tipo de sensor instalado bajo la presencia de humo, llama o incremento de la temperatura que alarme sobre un posible incendio dentro de su zona de vigilancia. Si el fuego llega a propagarse, proceden a activar los detectores que se ubican en su línea de avance.

–      Envío de señal

En el momento en el que el detector se activa, avisa por medio de sistemas sonoros y visuales, enviando una señal que llega hasta la central de incendios para evacuar el local y activar los equipos de extinción del incendio.

–      Central de incendio

Se trata de un dispositivo electrónico que ejerce supervisión sobre el sistema contra incendios y realiza un enlace con el sistema de evacuación de la edificación, el equipo de bomberos y los aparatos para combatir el fuego. Suele disponer de pulsadores para que así se pueda activar de forma manual en caso de necesidad.

¿Cómo se realiza el mantenimiento de los detectores de humo?

Se debe tener en consideración que la vida útil de los detectores de humo para la prevención de incendios y tragedias en cualquier lugar no es indefinida. Por ello, los fabricantes recomiendan su reemplazo total cada diez años. Sin embargo, se puede proceder a intentar optimizar su rendimiento durante este periodo y así mejorar su funcionalidad.

Entre los cuidados que se recomiendan seguir para los detectores de humos, se encuentran los siguientes:

–      Cambiar la pila

Sustituir la batería del detector garantiza su correcto funcionamiento. Hay que tener en cuenta que la batería tiende a tener una duración de aproximadamente un año. Además, el dispositivo tiene incorporado un sensor que permitirá emitir un pitido de aviso durante al menos un mes.

–      Comprobación del detector

Debe comprobarse frecuentemente el óptimo del detector. Para concretar esta tarea solo se debe presionar la parte central del dispositivo y verificar que se dispara la alarma como debe ocurrir en caso de presentarse un incendio. Si la alarma falla y no salta, puede ser por la falta de batería o simplemente porque necesita limpieza el mecanismo.

–      Limpieza periódica

Cada cierto tiempo debe limpiarse el detector de manera adecuada. Para realizar esta labor, la fórmula más recomendada se basa en emplear un cepillo suave o también un aspirador que sea eficaz a la hora de eliminar las partículas de polvo que van a colarse por las ranuras, donde debe penetrar el humo del fuego, aunque debe tenerse en cuenta que no hay que aspirar ni cepillar la zona interna del propio detector.

Para hacer una limpieza mucho más completa se debe desmontar el propio aparato: para limpiar las zonas exteriores se recomienda utilizar un paño húmedo, mientras que para limpiar el interior se debe utilizar algún spray especial, generalmente de aire comprimido para quitar el polvo.

Es importante recordar que en función del tipo de detector tiene que establecerse un plan de mantenimiento, puesto que algunos tienden a ser más sensibles ante la suciedad y pueden ocasionar falsas alarmas.

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