El tipo de gas elegido para la calefacción de tu hogar puede marcar una gran diferencia. Supone una serie de consecuencias en cuanto a rendimiento, eficiencia y otros factores. Veamos qué tipo de instalación para calefacción conviene más, si gas natural o gasoil. Aquí tienes las razones para una y otra opción.
Ventajas del gas natural para tu calefacción
- El precio del gas natural es una de sus ventajas, ya que tener calderas de gas natural es más económico que el gasoil.
- Si usas gas natural, no necesitas instalación para calefacción de un depósito.
- Otra de las grandes razones a favor del gas natural es que se trata de un sistema más seguro que el gasoil, con menor riesgo de avería o peligros de pérdidas de gas.
- El gas natural es muy respetuoso con el Medio Ambiente, una buena opción desde el punto de vista de la sostenibilidad.
- Las calderas de condensación con gas natural son más eficientes.
- Una de sus principales desventajas es que necesitas contar con suministro de gas natural en tu zona para poder acceder a esta opción.
- Además, si bien el gas natural es económico, en verano es menos rentable. Por otra parte tienes que pagar recibos, servicios de mantenimiento y algunos otros aspectos adicionales. Por tanto, se crea una mayor dependencia del proveedor que en el caso del gasoil.
Ventajas y desventajas del gasoil
- El rendimiento de las calderas de gasoil depende mucho de su antigüedad, pero en igualdad de condiciones es menor que una de gas natural.
- Las calderas de gasoil necesitan la instalación de un depósito específico para poder almacenar el combustible. Esto requiere limpieza y mantenimiento y supone un espacio ocupado en la casa.
- Si ya cuentas con una caldera de gasoil y no es demasiado antigua, el cambio a gas natural reducirá costes anuales pero se necesita una inversión alta en la nueva instalación.
- Una de las ventajas del gasoil es que no dependes del suministro de la zona, por tanto se puede colocar en cualquier zona geográfica.
- El gasoil requiere de ser llenado periódicamente para poder hacer uso de este combustible de calefacción.
Como ves, el gas natural ofrece importantes ventajas que vale la pena plantearse. Es una opción especialmente recomendable si te mudas a una casa de obra nueva o si tienes una caldera antigua de más de 10-15 años. Tú decides lo que más te interesa a ti en función de los factores que te hemos contado.